La Deshidratación o secado, consiste en eliminar el agua de una sustancia. Todos los alimentos están compuestos de sólidos como féculas, proteínas, y fibras, entre otros, y además de una cantidad importante de agua.
Los alimentos deshidratados concentran sus nutrientes y proporcionan 3 o 4 veces más energía que cuando son frescos. Ejemplo de ello son las frutas o vegetales secos, que la concentración de sus propiedades permite una mejor asimilación, por lo que se pueden incluir en dietas para adelgazar, así como todo tipo de personas.
Ventajas de los alimentos deshidratados
- Conservar los alimentos por largos períodos de tiempo. Una vez que se haya reducido la cantidad de agua presente en un alimento, será posible conservarlo durante meses o incluso años en envases aptos alimentos sin que se deteriore.
- Reducción del espacio de almacenamiento en la despensa de tu cocina. La deshidratación puede ser una buena idea para almacenar más comida en poco espacio.
- Conservar las propiedades de los alimentos. Los alimentos deshidratados correctamente pierden el agua, pero mantienen la mayoría de sus nutrientes que otros métodos de conservación o cocción podrían alterar.
- Experimentar con nuevas texturas, puedes optar por láminas, chips, rodajas, y polvo. También, se pueden pulverizar los vegetales para añadirlos fácilmente en sopas frías, batidos, infusiones, etc. y reducir los tiempos de preparación de tus menús.
- Consumir más frutas y verduras. Tener variedad de frutas y verduras deshidratadas a mano puede ser estimulante a la hora de cocinar y te permite añadir más ingredientes vegetales en tus platos.
- Tener a mano snacks más saludables. Las frutas y verduras secas se pueden aprovechar para preparar bocadillos o para preparar una granola casera con frutos secos y avena.
- Reducimos el desperdicio de alimentos. La deshidratación es un método ideal para aprovechar frutas y verduras que no nos da tiempo consumir.

